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El día lluvioso en París es un tema perfecto para Albert Marquet. Su París es gris. Pero este gris es suave, tranquilo, atractivo, de ninguna manera condenado o desesperado. El terraplén del Sena, los elegantes arcos del puente, Notre Dame de Paris son los objetos favoritos de Marquet. El artista alquiló un apartamento en el quinto piso y, a menudo, pintó junto a la ventana, por lo que muchos de sus paisajes urbanos son
visto desde arriba. En este caso, no es solo desde arriba, sino con una pendiente, una especie de deslizamiento para los ojos: la mirada se desliza inmediatamente por el pavimento hacia las profundidades del lienzo.
En primer plano está el terraplén, los parisinos caminando sobre la acera mojada, la esquina de una casa. Pero el centro semántico de la composición es la Catedral de Notre Dame que se eleva al fondo. La calle brillante, casi transparente, se apoya contra la silueta oscura y rechoncha de Notre Dame de Paris, y la mirada parece caer en ella. Confundido, busca una salida durante unos instantes, luego regresa apresuradamente a la superficie, al primer plano y vuelve a percibir la imagen, con más detalle.
Vemos la plaza frente a la catedral rodeada de edificios, vemos peatones, un carruaje que pasa a lo lejos, una grúa. En la esquina del edificio en primer plano, hay un hombre caminando contra el viento que lo empuja hacia el Puente Pequeño. Así, la mirada del espectador percibe simultáneamente la imagen completa y al mismo tiempo se mueve dentro de ella, lo que crea una percepción volumétrica especial.
En los paisajes de la ciudad de Marquet, el distanciamiento y el lirismo sutil se combinan sorprendentemente. Marquet no es un impresionista. Pintó un día lluvioso en París, y no sus impresiones de él, sino los sentimientos que el día y la ciudad evocaban en él y en nosotros.
Después de varias exposiciones, en las que se presentaron sus paisajes, la crítica comenzó a hablar de un fenómeno como el París de Marquet. Sus imágenes de la capital francesa fueron comparadas con las obras de los impresionistas y
Maurice Utrillo, y dijeron que eran los únicos pintores que mostraban París de manera tan conmovedora y lírica.
Escrito por Aliona Esaulova