El estudio de Bazille estaba ubicado en el barrio de Batignolles.
Manet instaló su estudio cerca. El centro de atracción de los artistas fue el famoso Café Guerbois, amado por los impresionistas. Pero se hicieron impresionistas más tarde; en esos años, los futuros impresionistas se llamaron The Batignolles Group.
Podemos ver un ático parisino ordinario. La vista de los tejados desde la ventana, la estufa con calefacción en la habitación, probablemente sea invierno. Vale la pena prestar mucha atención a los personajes. No hay gente al azar aquí. A la izquierda, Émile Zola sube las escaleras. Se detuvo a conversar con
Renoir. sentado abajo. Más tarde, Zola escribiría la novela L'Œuvre, y la mayoría de los artistas se pelearían con él, sospechando sus rasgos en el héroe de la obra, el fracasado artista Claude Lantier. Pero en esta pintura, los sujetos están claramente interesados en la conversación, y todavía se lleva a cabo de manera amistosa. En el centro, una figura alta con una paleta en las manos llama la atención: el propio Bazille se encuentra junto a la imagen. Y frente a sí mismo, el artista puso a Édouard Manet, a quien consideraba su maestro, y
Claude Monet, su amigo cercano (Monet usa sombrero). Según una leyenda, después de examinar esta imagen, Édouard Manet tomó su pincel y agregó algunos trazos a la imagen del propio Bazille, dando a la figura más parecido con el prototipo. El amigo de Frédéric Bazille, Edmond Maître, un músico aficionado, toca el piano en la esquina derecha.
Esta imagen es una de las últimas obras de Bazille. Pronto los caminos de los representados divergirían. Después del Salón de primavera, Bazille fue con sus padres a Montpellier, donde trabajó con pasión hasta agosto. Luego se ofreció como voluntario y murió tres meses después en la guerra franco-prusiana. Renoir se inscribió como coracero y partió hacia Burdeos. Monet se fue a Le Havre con su familia.
El estudio del artista, Rue de la Condamine No es solo un tesoro artístico, también es una importante evidencia, un documento de la época, que retrata a personas que cambiaron la pintura del mundo. Además, todavía desconocen el papel que desempeñarían (la primera exposición de los impresionistas no se inauguró hasta 1874), y en ocasiones cuentan con la ayuda económica de su generoso amigo Bazille.
Escrito por Aliona Esaulova