Inauguración del nuevo museo Ramón Cabanillas. El diseñador del proyecto museístico, ha concebido un espacio moderno y multicolor para que el acercamiento a la biografía y obra del poeta sea una tarea atractiva y fácil, donde tampoco falta el elemento audiovisual da voz a personas ligadas a la cultura y a Cambados que recitan al autor.
En vitrinas acristaladas y paneles se exponen fotografías, recortes de prensa, manuscritos, cartelería... y, por supuesto, libros, que contextualizan la época en la que vivió Cabanillas. Los documentos se intercalan con objetos —desde un gorrito de bebé hasta una medalla— y todo el conjunto pivota sobre un elemento central: el escritorio que el poeta alumbró Samos.
Los fondos de carácter doméstico fueron cedidos, en su mayor parte, por la familia Cabanillas, pero también hubo cesiones de instituciones que quisieron contribuir a alimentar este museo. Es el caso de la máscara fúnebre de don Ramón, realizada por su amigo y paisano Francisco Asorey, y de las hojas de laurel que lo coronaron como poeta durante una fiesta literaria de la Pascua de Padrón de 1958, ambas piezas cedidas por el Museo de Pontevedra