Descripción de la obra «Barroco balcánico»
La actuación "Balkan Baroque" 1997 está dedicada a las víctimas de la guerra en Yugoslavia, una de las acciones más poderosas, impresionantes y sentidas de Marina Abramovich.
Durante seis horas, la artista con un vestido blanco como la nieve se sentó sobre un montón de huesos de vaca ensangrentados, trató de lavar la sangre con un cepillo y le dijo a su tierra natal: "un país que ya no existe", cantó canciones balcánicas.
Sus acciones simbolizaron un intento de enmendar y demostrar que los sacrificios no fueron en vano. Por desgracia, la sangre no se lavó, como tampoco desapareció una de las terribles "manchas" de la historia europea.
La actuación ganó el premio León de Oro en la 47ª Bienal de Venecia y le dio fama mundial a Marina Abramovich.