Esta obra puede ser llamada una de las pinturas más aclamadas de Pollock. A menos que, por supuesto, sea escrito por su mano. Lienzo
"Rojo, negro y plata" se convirtió en el tema de una larga guerra entre la amante de la artista Ruth Kligman y su viuda
Lee Krasner. Kligman argumentó que este trabajo fue el último escrito por Pollock antes de su muerte. Además, él escribió en sus ojos, y cuando se completó la imagen, se la presentó a su amante con las siguientes palabras:
"Aquí está tu foto, tu propia Pollock". Krasner, por otro lado, insistió en que el artista dejó de escribir por completo mucho antes de su muerte, y este lienzo no es más que una falsificación, y no es demasiado hábil.
Hasta hace poco, no había posibilidad de verificar la autenticidad de la pintura. Creado por Krasner, el Consejo, comprometido en establecer la autenticidad de las pinturas de Pollock, aún no ha reconocido al artista como el autor de este trabajo. A favor de su conclusión, dice que la imagen no está firmada y creada en la escala de colores inusual para Pollock. Kligman, que durante toda su vida había contribuido con varios pintores famosos a su "Lista de Don Juan", luchó con el Consejo hasta su muerte en 2010, lo que demuestra la autenticidad de la pintura.
Y solo ahora, cuando todos los participantes de esta historia ya se han ido a otro mundo, con la ayuda de un examen forense independiente fue posible obtener evidencia que vincula a Pollock con el trabajo "Rojo, negro y plateado". El experto forense Nicholas Petrako, quien investigó la imagen, encontró en ella no solo la lana del oso polar de la alfombra de la casa del artista y un pedazo de tierra típico de esa área en particular, sino también el cabello de Pollock. Según Petrako, estos hallazgos son más que convincentes. De todos modos, el destino de la imagen no se decide hasta ahora.
Si la autenticidad se confirma oficialmente por otros expertos, el lienzo puede salir de la subasta por al menos $ 60 millones, y la fama escandalosa puede incluso elevar su precio a máximos históricos.
Por cierto, esta no es la única imagen, atribuida persistentemente a Pollock: la historia de otra carrera.
Autor: Evgeny Sidelnikov