Descripción del cuadro «Perros en el fiordo de Kangerdluarssuk»
En los primeros paisajes del norte de Rockwell Kent, el temor se siente ante la impresionante y majestuosa belleza de la naturaleza. Por primera vez en Alaska o Groenlandia, incluso un viajero tan valiente como Kent sintió miedo y soledad, además de emoción y placer. En la foto "Perros en el fiordo Kangerdluarssuk" esta reverencia no es El artista lo escribió durante su segunda visita, bastante larga, a Groenlandia. Él es lo que se llama abreviado. Llegó a su propia casa, amigos, amante de los lugareños. Se sintió como en casa, y la fiebre de las primeras impresiones dio paso a una observación tranquila y segura.
Los perros, enclavados en el borde del universo, son suyos. Para cuando Kent tenía 16 perros de trineo, era un verdadero conductor. Había estado aquí muchas veces, sabía dónde instalar el campamento, cómo convertir un trineo en un caballete improvisado. El paisaje, que simplemente aplastaría al turista, era para él, casi aborigen, encantador y atractivo, pero aún así era corriente.
Una composición geométricamente correcta, siluetas de rocas cortadas, una paleta exquisita y deliberadamente contenida: el pintor Kent lucha aquí con Kent. Y obviamente pierde. El artista, que siempre se mantuvo en las posiciones del realismo, aquí se permite un poco de estilismo. Maneja magistralmente entre lo épico y lo decorativo. Tales relaciones con la clase son posibles solo cuando las conoces bien.
Rockwell Kent nunca supo cómo sentarse mucho tiempo en un solo lugar. Aventura, sed de actividad, pasión por cambiar de lugar y una curiosidad irreprimible, todo esto estaba en su sangre. En el mundo no es fácil encontrar un rincón donde no viva durante un tiempo y no dibuje. Desde Alaska hasta Puerto Rico, desde Brasil hasta la URSS, parece que ha estado en todas partes. Sin embargo, nada le atrajo más que estos fiordos, estos perros y estos helados. Regresó a Groenlandia una y otra vez. Y él desacreditó incansablemente el mito de que este era un lugar incómodo y mortal.
"Soy consciente de que al compartir mis secretos profesionales disipo la ilusión generalizada de que trabajar en condiciones polares requiere un valor especial- escribió Kent. - De hecho, no lo es. Ni en casa ni en otros países donde el destino me puso, no fui tan fácil ni tan fácil de pintar como en Groenlandia..
Autor: Andrey Zimoglyadov